La compañía habilitó cambio de vuelos sin ajuste de tarifas ni penalizaciones para quienes necesitan llegar el 2 de octubre a la ciudad en la que tienen inscritas sus cédulas.
Por Chachareros
A principio de este año, un viajero compró sus tiquetes ida y vuelta para un trayecto nacional, procurando conseguir una tarifa económica. La fecha de regreso, 2 de octubre, todavía no figuraba en el almanaque como el día histórico en el que los colombianos decidirán Sí o No a los Acuerdos con las Farc.
El viajero no se había dado por enterado, o se le hizo paisaje la fecha en medio del ruido estruendoso alrededor del Plebiscito. Sin embargo, este martes 27 de septiembre cuando quiso revisar los detalles de su viaje, se percató del cruce que tenía en su agenda: Se había pasado todo el mes leyendo los Acuerdos, argumentando en su casa, en la oficina, en la universidad, en la iglesia, con la novia, con la otra y con el otro, despotricando del bando contrario y armando memes para facebook, twitter e instagram; y de repente, a solo días del Plebiscito, no podía votar porque su vuelo llegaba a las cinco de la tarde a la ciudad donde tenía registrada su cédula. A esa hora ya las mesas de votación estarán cerradas. Se cierran a las cuatro en punto.
El viajero decidió llamar a la aerolínea para cambiar el vuelo, lamentando de antemano que se le venía una penalización por cambio de vuelo y el correspondiente ajuste tarifario. La operadora le hizo el trámite y le comunicó una diferencia, sumando ambos conceptos, de doscientos mil pesos. ¡Eso era lo que había pagado por el ida y vuelta! A la basura el ahorro por comprar con antelación. Pero ni modo, su deber democrático lo valía. «Adelante, señorita, haga el cambio», le dijo apesadumbrado.
– Señor, ¿usted porqué va a cambiar el vuelo? -, le preguntó la operadora. El viajero al principio sintió desolación por la curiosidad de la mujer, como si la razón de cambio fuera a servir para ahorrarse la plata. De todos modos el acento paisa de la operadora de Avianca lo sedujo a responder en tono cordial y sincero: «Es que debo viajar temprano para alcanzar a votar en el plebiscito».
-Espere un momento en linea-, le indicó la operadora. Al poco tiempo volvió: «Señor, Avianca le exonera de la penalización y el ajuste tarifario por el cambio de vuelo. Su argumento es válido para que no se le cobre».
El viajero no se lo podía creer. De Ripley, de Actualidad Panamericana, de cualquier chanza se imaginó menos que le estuvieran hablando en serio. «¿De verdad, señorita?», preguntó. «Sí, señor -le dijo la voz paisa, la cual a continuación le ordenó-: escriba un correo a exoneraciones@centrosolucionavianca.com, con el número de reserva nuevo que le voy a dictar y adjunte también una copia de su documento de identidad. En unas horas le contestarán con la decisión».
A las pocas horas, el nuevo itinerario estaba en la bandeja de entrada del viajero. Cumplirá la cita el domingo. Avianca lo había sorprendido.
