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Antes de los Juegos Olímpicos, Francia envía a migrantes sin hogar fuera de París

El gobierno de Macron prometió alojamiento en otro lugar. Seguimos a los autobuses y nos encontramos con una situación desesperada.

Un grupo de personas sin hogar frente al ayuntamiento de París. La policía y los tribunales han desalojado a unas 5000 personas de toda la ciudad en el último año.

Credit…Dmitry Kostyukov para The New York Times

Por Sarah Hurtes y Ségolène Le Stradic

Sarah Hurtes y Ségolène Le Stradic visitaron campamentos callejeros, edificios abandonados y refugios de emergencia en París y Orleans, Francia. Hablaron con decenas de personas sin hogar, funcionarios públicos y proveedores de alojamiento de emergencia.

El gobierno francés ha subido en autobuses a miles de personas sin hogar que han migrado al país y los ha enviado fuera de París antes de los Juegos Olímpicos. Los migrantes dijeron que se les prometió vivienda en otro lugar, solo para terminar viviendo en calles desconocidas lejos de casa o marcados para una eventual deportación.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha prometido que los Juegos Olímpicos mostrarán la grandeza del país. Pero la Villa Olímpica se construyó en uno de los suburbios más empobrecidos de París, donde miles de personas viven en campamentos callejeros, refugios o edificios abandonados.

En el último año, la policía y los tribunales han desalojado a unas 5000 personas, en su mayoría hombres solteros, según Christophe Noël du Payrat, alto funcionario del gobierno de París. Los funcionarios municipales les animan a subir a autobuses con destino a ciudades como Lyon o Marsella.

“Nos expulsaron a causa de los Juegos Olímpicos”, dijo Mohamed Ibrahim, de Chad, quien fue desalojado de una fábrica de cemento abandonada cerca de la Villa Olímpica. Se trasladó a un edificio vacío al sur de París, del que la policía desalojó a los residentes en abril. Un autobús los llevó dos horas al suroeste, a un pueblo a las afueras de Orleans.

Oumar Alamine, de la República Centroafricana, en un albergue de Orleans donde fue realojado desde París.

Credit…Dmitry Kostyukov para The New York Times

“Te dan un billete al azar”, dijo Oumar Alamine, de la República Centroafricana, quien iba en ese autobús. “Si es un billete a Orleans, vas a Orleans”.

Funcionarios del gobierno de Macron declinaron hacer comentarios. Pero han dicho que se trata de un programa voluntario destinado a aliviar la escasez de viviendas de emergencia de París.

Seguimos el rastro desde París, para ver cómo funciona el programa.

¿Por qué Macron envía a la gente en autobús?

No hay suficiente espacio para albergar a las 100.000 personas sin hogar que viven en París y sus alrededores —la mitad del total de Francia—, por lo que el gobierno creó 10 albergues temporales en todo el país el año pasado.

El gobierno niega que el transporte en autobús esté relacionado con los Juegos Olímpicos. Pero obtuvimos un correo electrónico, del que informó primero el periódico L’Équipe, en el que un funcionario de vivienda del gobierno decía que el objetivo era “identificar a las personas que viven en la calle en lugares cercanos a las sedes olímpicas” y trasladarlas antes de los Juegos.

El corazón de los Juegos Olímpicos es Sena-Saint-Denis, donde aproximadamente uno de cada tres habitantes es migrante, el porcentaje más alto del país. El gobierno se ha gastado miles de millones en reurbanizar la zona.

¿Cómo funciona el programa?

El año pasado, la policía intensificó las redadas en campamentos de personas sin hogar y edificios abandonados. En colaboración con las autoridades municipales, desalojaron a las personas y dijeron que ayudarían a realojarlas.

“Nos prometieron vivienda y ayuda social”, dijo Yussuf Ahmed, sudanés que limpia aviones en el aeropuerto Charles de Gaulle.

Yussuf Ahmed, refugiado sudanés con estatus oficial y que trabaja limpiando aviones en el aeropuerto Charles de Gaulle, en una casa ocupada en Aubervilliers, a las afueras de París, el 15 de junio

Credit…Dmitry Kostyukov para The New York Times

Muchos no sabían que estaban entrando en un programa gubernamental destinado a seleccionarlos para un posible asilo y, potencialmente, deportarlos. El programa existe desde hace años, pero los desalojos han traído a miles de personas nuevas, muchas de las cuales no reúnen los requisitos para obtener asilo.

Ahmed, por ejemplo, tiene estatus de refugiado y no puede beneficiarse del programa. Pero varias personas nos dijeron que pensaban que no tenían más remedio que subir al autobús.

“Vinieron agentes de policía”, dijo Alamine. “Nos rodearon”.

¿A dónde llega la gente?

Tras llegar a sus nuevas ciudades, las personas sin hogar viven en albergues durante un máximo de tres semanas y son examinadas para determinar si cumplen los requisitos de asilo.

Quienes reúnen los requisitos pueden recibir alojamiento a largo plazo mientras solicitan asilo. Pero alrededor del 60 por ciento de las personas en los albergues temporales no consiguen alojamiento a largo plazo.

Varios han recibido órdenes de expulsión, por lo que algunos abogados instan a la gente a no subir a los autobuses y arriesgarse en la calle. “Es una antesala de la deportación”, dijo Emmanuel Pereira, abogado que trabaja cerca de París.

Haciendo cola para recibir ayuda alimentaria en una estación de tren de Orleans

Credit…

Dmitry Kostyukov para The New York Times

Los migrantes que quedan suelen ser desalojados una vez más. Las viviendas de emergencia escasean, por lo que la mayoría de las personas acaban de nuevo sin hogar en una nueva ciudad.

Funcionarios municipales de las afueras de París nos dijeron que no se les había consultado sobre el programa.

“No hay dinero para encontrar lugares para las personas sintecho en Marsella, ¿pero sí para traer a los sintecho de París?”, dijo Audrey Garino, teniente de alcalde de Marsella.

¿Qué pasa después?

Nos dirigimos unas horas al suroeste de París para averiguarlo.

El albergue de Orleans está a las afueras de esa ciudad, en un hotel gris de tres plantas. Cuando llegamos, no encontramos ni personal ni asistentes sociales. Las habitaciones son pequeñas, con dos camas individuales una al lado de la otra.

Los hombres que conocimos habían dejado sus trabajos en París y subido a un autobús con la esperanza de encontrar alojamiento a largo plazo y servicios sociales.

Un motel de Orleans se utiliza como refugio para inmigrantes.

Credit…

Dmitry Kostyukov para The New York Times

“Llegamos y no había nada”, dijo Ahmed. “Mintieron para subirnos al autobús”.

Al cabo de unas semanas, les dijeron que se marcharan: ningún albergue local podía alojarlos.

Ahmed, desesperado por conservar su trabajo en el aeropuerto, regresó a París. El edificio donde había vivido tenía ahora el acceso prohibido y estaba protegido por guardias de seguridad. Ha encontrado otro edificio abandonado, por ahora.

Alamine e Ibrahim decidieron quedarse. La mayoría de los días hacen la caminata de una hora a Orleans en busca de trabajo.

Las llaves de su habitación en el refugio ya no funcionan, así que entraron por las ventanas.

Vuelven a ser ocupantes no autorizados.

Sarah Hurtes es una reportera del Times que trabaja en investigaciones internacionales desde Bruselas. Más de Sarah Hurtes

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