Con la salida de Jaime Pumarejo a la contienda, otros aspirantes a la Gobernación del Atlántico se han pellizcado. “Ese man pisa muy duro”, dijo uno de los postulados.
Por el Propio Búho
En Bogotá bastó que Peñaloza se desmarcara para que los otros sectores políticos que respaldan a sus respectivos candidatos corrieran a buscar nuevos aliados. A Pachito se le espichó la bicicleta y quedó rezagado. Sus auxiliares ni se preocuparon por llegar a tiempo a cambiarle la rueda. Cecilia López Obregón, del Polo Democrático, sigue pedaleando. Mantiene la esperanza en que el poco prestigio que le queda a Petro pueda endosar algunos voticos. Y Rafael Pardo, tan buena gente y gran amigo, las cosas no le han salido bien últimamente.
Pumarejo salió pisando duro
Aquí en Barranquilla el cielo sigue nublado, tanto por la ceniza y el humo que nos envían los infames autores de las quemas ilegales, como por la sombra larga y ancha de Alex Char. Nadie se atreve a meterle el músculo financiero a otro candidato que sabe de antemano que va a perder.
Pero así es la vida. Hay personas que en política aplican la filosofía de Maturana: “Perder es ganar un poco”. Creo que la expresó Elverth Santos al día siguiente del debate pasado por la Gobernación del Atlántico.
Y, precisamente, en esta ocasión quien salió pisando duro para ganarse la silla del Gobernador es Jaime Pumarejo Heins. Tiene pasta. Tiene madera. Fue siempre un niño hiperintenso, que se iba con su difunto padre a las manifestaciones públicas a hacer pilatunas. ¡Qué muchachito travieso! Tan travieso que, cuando terminó el bachillerato casi le provoca un infarto a su papá Jaime Pumarejo Certain cuando le dijo que se iría a estudiar economía y mandarín a la China. Y se fue. No está de más recordar que Jaime Pumarejo Certaín fue, en 1988, el primer Alcalde por elección popular que tuvo Barranquilla. En el poco tiempo que estuvo en la administración realizó obras que todavía perduran intactas: la Calle Murillo y la Vía 40. Por esos infortunios de los embrollos electorales no pudo terminar su período y fue reemplazado por Gustavo Certaín Duncan, primo del Alcalde saliente.
Ahora el niño hipertenso es un joven profesional serio, ecuánime, eficiente, tal como lo demostró al dejar en un 75 por ciento ejecutado el proyecto del Centro de Eventos y Espectáculos del Caribe (Ceer) o ‘Puerta de Oro’.
Por lo que ha realizado en tan pocos días de trabajo como candidato en la sombra, se ve que eso de la política se lleva en el mapa genético. Lo demás es pura paja. Dicen que su abuelo Alberto Pumarejo –en cuyo honor se bautizó el puente sobre el Río Magdalena- trabajaba tres horas en el Banco de su propiedad, una hora en la junta directiva de El Heraldo del cual era socio principal y de ahí en adelante empezaba a presidir reuniones políticas hasta las dos y tres de la madrugada.
De ese tenor es la jornada que está llevando a cabo Jaime Pumarejo Heins. Dándole duro hasta las dos de la madrugada. Hasta cuando le alcanza la voz.
Por eso es que los otros aspirantes se pellizcaron y salieron como caballos desbocados. Alfredo Varela no pierde la esperanza de ser acogido por algunas de las poderosas casas políticas que tienen buen recurso financiero y pulposos contratos oficiales. Hasta ahora, no ha sido muy afortunado en eso, salvo el cariño y el aprecio que le tiene uno de esos jóvenes ‘cacaos’ locales. Rochy Stevenson se ha puesto la campaña al hombro, haciendo unos sancochos memorables en cada pueblo que visitan. Pero, querida Rochy, esto se gana con votos, plata y sobre todo con argumentos.
La pelotera por los avales
Ahora viene lo bueno para que cada partido o movimiento otorgue los avales para Concejos, Gobernación, Alcaldías y Juntas Administradoras Locales (JAL).
Pumarejo es un liberal pura sangre. Se supone que aspira a que el Partido Liberal del Atlántico lo respalde. Pero detrás de eso también estaría Eduardo Verano De la Rosa, a quien jamás se le ha vuelto a ver el rostro en el tinglado mediático.
Jaime Berdugo iría con el aval del Partido de la U, pues su jefe político a nivel nacional, el senador Armando Benedetti Villaneda, milita en esa colectividad. Es un candidato joven. De un discurso muy coherente. Este jueves produjo un documento crítico y propositivo sobre la grave crisis que vive toda Barranquilla por las quemas ilegales en el Parque Isla Salamanca.
La que ha inundado las redes sociales con su imagen es la candidata a la Asamblea del Atlántico por el Centro Democrático (uribismo), la joven Stefany Shutt. Tiene 21 años y es un turbión.- No la para nadie. Esa va.
El Centro Democrático ha decidido bien. Para estas corporaciones que son órganos clave en las democracias locales tiene una baraja de candidatos jóvenes, profesionales con valores y principios, muy capacitados académicamente y con experiencia al frente, muchos de ellos, de sus propias empresas o de sus propios proyectos de vida.

Hugo Ortiz y Luis Alberto Moreno (Director del BID), en la Cumbre de Negocios Corea – América Latina y el Caribe.
De sus toldas se perfilan nombres como los de Hugo Ortiz, Carlos Meisel, Gustavo Samudio, Gustavo Londoño, Jorge Parody, John Vecino y Alejandro Linero, que darán mucho de qué hablar en el escenario político local en los próximos años.
¡Lo que se me quedaba en el tintero!
Se está moviendo duro una organización denominada ‘Minca por Barranquilla: No al carbón”. Lo preside Teresa Bolaños y la acompañan Darisnel Moncada, Luis Guerra, Antonio Bohórquez, Luis Felipe Guerra, Eder Pérez.
La contaminación con el polvillo del carbón en Barranquilla es gravísima. Ya nadie se puede poner ropa blanca porque pasa una vergüenza en la calle al quedar con camisa o pantalón pringados de negros. La gente en muchos sectores debe mantener puertas y ventanas cerradas porque el polvillo lo ensucia todo y produce enfermedades respiratorias.
¿Tendrá algo que ver en eso Impala, aquella controvertida firma holandesa subsidiaria de la multinacional Trafigura a la cual le adjudicaron, contra viento y marea, un contrato para el cabotaje del carbón en barcazas que suben y bajan el Magdalena, depositan en varios puertos y cargan nuevamente en las barcazas para llevar el mineral hasta los barcos nodriza (grandotes), cuyo vientre se llena hasta con unas 200 barcazas de las que maneja Impala.
Hay que meter el ojo en Impala. No se sabe que hace esa nena. Cómo mitiga la aspersión del polvillo que camina más que loco nuevo. Sería bueno que Navelena aclarara: “No señor, nosotros no tenemos nada que ver con esa vaina porque nuestro carbón va bien arropado. Pregúntenle a los otros puertos carboneros que hay desde Sabanagrande hasta Bocas de Ceniza”-
Carambia. De pronto Impala nos sale con esa y quedamos como dos de a queso.
Nota: Por un lapsus se nos fue en algunos párrafos el nombre de Navelena, en vez de Impala. Aclaramos: Navelena es la próspera sociedad de una firma brasilera, Odebrech, con la colombiana Valorcon, para realizar la colosal tarea de recuperar la navegabilidad del Río Grande de la Magdalena, desde Puerto Salgar, en La Dorada (Caldas), hasta Bocas de Ceniza en Barranquilla. En cambio Impala es una subsidiaria de la holandesa Trafigura, que se encarga del transp0rte de trasbordo en barcazas.