Empezó de manera discreta, sin multitudes, estridencias ni insultos. Solo hablaron en la tarima Germán Vargas Lleras y María Emma Mejía.
Escrito por: Rafael Sarmiento Coley Director
Fotos por: Yimy Racedo
María Emma Mejía.
Senador Fuad Char
Como en el título de una canción de Pablito Milanés (‘De qué callada manera’), prendió motores este lunes en Barranquilla la campaña por la reelección de Juan Manuel Santos.
Sin multitudes, sin insultos contra los contrarios (ni siquiera contra el hoy desbocado Álvaro Uribe) y sin mencionar a contradictor alguno.
Parecía un acto social. Elegante, como María Emma Mejía. Discretísimo, como el Senador Fuad Char, quien antes de hablar pareciera contar las palabras que va a soltar. Todo comedido. Y todos los asistentes demostrando la mejor firmeza de estar allí por convicción, no por compromiso alguno.
Quien habló un poquito más fue el joven periodista y exconcejal de Bogotá Carlos Fernando Galán Pachón.
El hijo del inmolado caudillo Luis Carlos Galán Sarmiento habló de la necesidad de que los Partidos sean muy severos a la hora de escoger a los candidatos para sus listas. Que el país debe entrar en una firme depuración de la política, con el fin de que no se repitan los horrorosos episodios del pasado como el agigantamiento de los carteles de la droga y la multiplicación del paramilitarismo.
Ya avanzada la hora, después de recorrer de mesa en mesa, Vargas Lleras y María Emma Mejía subieron a la tarima, en pareja, y, frente a un atril sencillo, hicieron algunos comentarios sobre el breve video que se acababa de pasar por una pantalla gigante, sobre los logros del Gobierno de Santos.
Los golpes contundentes contra los grupos guerrilleros y sus principales líderes, el desmantelamiento de las bandas criminales, de las pandillas del microtráfico. Y también, por supuesto, de la entrega de miles de casas y apartamentos a gente destechada; la ayuda pronta y oportuna a las víctimas de desastres naturales; el proceso de devolución de la tierra al campesino. El apoyo al microsector agrario. Al microempresario. Al desarrollo portuario y vial.
Carlos Fernando Galán y Fernando Cepeda
Eso sí, nadie, ni por equivocación, dijo que aquello era el acto de lanzamiento de la campaña reeleccionista de Juan Manuel Santos. Vargas Lleras, que es tan facilito para soltar la lengua, estuvo tan discreto como un Cardenal en la homilía, moderado, hablando de las bondades del programa del Buen Gobierno.
No sacó pecho en defensa de Cambio Radical. Era tanto el cambio, que alguno de los asistentes alcanzó a preguntar en voz baja “¿Ese es el Vargas Lleras de verdad, o es un doble que nos mandó camuflado José Obdulio?».
Y, tras breves palabras, le preguntó por cortesía a su compañera de atril, María Emma Mejía “¿vos querés decir algo?” Y ella agarró el micrófono para agradecer la acogida a las propuestas del programa del Buen Gobierno.
Estaban todos los grupos políticos que suman y pesan en el Atlántico, con la excepción del gerleinismo. ¿Seguirá enfermo el senador Roberto? ¿El constructor Julio Gerlein sigue ocupado en la estrategia de campaña de su nieta la nueva Reina del Carnaval? Tampoco había nadie del Namismo. ¿Seguirá delicado de salud David Name Terán? ¿El senador José David Name Cardozo no está muy convencido de que Santos haya empollado los tres huevitos de Uribe? Vaya usted a saber lo que ocurre en esos complejos cerebros políticos.
Eso sí. Estaba todo el resto del mundillo político local: El charismo, encabezado por el senador Fuad Char, el aspirante al Senado Arturo Char y los candidatos a Cámara Emilia Fontalvo, Modesto Aguilera y Luis Eduardo Diazgranados (Juan José Jaramillo no acudió por problemas de salud). Además, estaban todos los diputados y concejales de este sector.
Por el grupo Cepeda Sarabia estaban el representante a la Cámara Armando Zabaraín y Fernando Cepeda y concejales y diputados.
Por el Partido Liberal, la representante a la Cámara y candidata al Senado María Victoria Vargas Vives, diputados, concejales y el exsenador Jaime Vargas Suárez.
Por la U estaba el senador Armando Benedetti Villaneda, cuya pupila publicista María Patricia Dávila fue la encargada de organizar el evento. (María Patricia fue con su esposo Manuel Fernández, gerente de Transmetro, empresa de economía mixta, lo mismo que Telecaribe, cuyo gerente Juan Manuel Buelvas también estaba presente, lo mismo que el director de la Escuela Iberoamericana del Nuevo Periodismo Jaime Arturo Abello Banfi).
Y también estaban varios exembajadores como Habid Char (quien regresó de República Dominicana con bastantes kilos de más de tanto comer mariscos) y Carlos Cure, quien vino flaco como un carrao porque, medio en broma, comentó que nunca en su vida había tenido que comer diariamente macarrones con arroz y arroz con macarrones. Y, además, llevar el papel higiénico y la pasta dental desde Aruba. Lo malo era cuando los vuelos se retrasaban. Había que reprimir las ganas de ir al toilete.
Y había mucho exfuncionarios, que quizás fueron confundidos como empleados activos y de allí la error de algunos medios en el sentido de que el acto estaba lleno de ‘funcionarios públicos’.
Opiniones diversas
Bueno, pero, qué opinaron los santistas presentes de los otros candidatos. Discreción total. Respuestas generales.
“Peñaloza es bueno, pero depende con quien haga alianza”. “Pachito Santos es un buen muchacho, pero le falta madurar un poco”. ¿Madurará? “Oscar Iván Zuluaga se ve que le faltan ganas para luchar por la presidencia”. “Antonio Navarro Wolf ya quemó sus últimos cartuchos”.
Conclusión, sin decir, decirlo, el candidato fuerte a la vista es Juan Manuel, aunque Pachito diga que “no ha servido para ná”, y eso que son primos hermanos y bebieron del mismo tetero. Como José Obdulio y El Osito. Por eso le dan tanto palo al pobre José Obdulio que parece que fuera tan buen sacristán y estudiante excelso de filosofía y todas las ideologías políticas, incluidas las más perversas como las de Maquiavelo, José Fouche, Rasputín, Joseph Goebbels y Henry Kissinger.
