
Por Rafael Sarmiento Coley
Édgar García Ochoa, mejor conocido como «Flash» fué uno de los periodistas más audaces del Caribe colombiano.
Nacido en Sincelejo, a muy temprana edad se trasladó a Cartagena y luego aterrizó en Barranquilla en donde afincó raíces.
Cultivó el género periodístico de la columna de «bocadillos» informativos como las de las revistas cubanas de moda como «Bohemia».
Precisamente procedente de La Habana se vino exiliado José Pardo Llada, quien muy pronto popularizó en varias publicaciones colombianas su estilo de columnista acucioso para conseguir el dato picante. O «pringamosero», como decía Chelo De Castro Carroll.
De Pardo Llada tomó fielmente el estilo Édgar García Ochoa. Y lo hizo tan bien, que, muchas veces, «chiviaba» a todo el mundo.
Como lo hizo en 1969 cuando fué el primer y único periodista que pudo dialogar brevemente con Marlon Brando cuando estuvo en Cartagena para la filmación de la película «Quemada» cuyo coprotagonista fué Evaristo Márquez, el palenquero más famoso ante de Antonio Cervantes «Kid Pambelé».
A partir de ése momento Édgar García Ochoa se volvió una figura del periodismo regional.
Su columna era muy leída. Pronto también pasó a la radio y luego a la televisión en CTV Barranquilla.
Hizo un peregrinaje por San Andrés. Se dice que allí tuvo un amorío con una sanandresana, con quien habría tenido una hija de la que sobreviven cuatro nietos.
En Barranquilla, donde finalmente se radicó, conoció a una mujer bella y emprendedora, Lourdes Marino, con quien tuve la oportunidad de compartir labores administrativas en la fábrica de aceites «Gracetales».
Lastimosamente Lourdes murió en 2014 víctima de un cáncer, lo que le produjo un terrible dolor a Flash, del cual no se pudo recuperar. A partir de ese momento se encerró con dos gatos y una cría de palomas.