Los más importantes reconocimientos del periodismo nacional tuvieron como protagonistas a los jóvenes, las redes sociales y también a viejos sabios.
Por Jorge Sarmiento Figueroa – Enviado especial
La noticia para nuestra región
Los Premios Simón Bolívar 2016, principal reconocimiento a los periodistas colombianos, reflejan que la cosecha costeña tiene presente y futuro. Los premios obtenidos por la Universidad del Norte, por sus trabajos Te olvidé, una historia inolvidable, realizado por el Canal Zoom, deUni5TV; y Las lecciones del VickyGate, análisis crítico por Alberto Martínez, director del programa de Comunicación Social; y el premio a la Universidad de Cartagena, UDC, por el trabajo El canto de la codorniz, realizado por Laura Romero, pusieron a la academia de la región Caribe colombiana en la cúspide del periodismo nacional.
El discurso para Colombia y el mundo
«Uno de mis estudiantes es un joven hindú que usa la contaminación por dióxido de carbono en su ciudad para fabricar tinta de marcadores. Esa, a mi modo de ver, es una manera de adaptación creativa al grave cambio social que está generando nuestro daño al medio ambiente», dijo Ethan Zuckerman, invitado especial de los Premios Simón Bolívar para dar el discurso inaugural.
Las palabras de Zuckerman, quien es un prestigioso profesor del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, Estados Unidos), bloguero y uno de los principales activistas sociales de internet, enlazaron con el tema que más premios logró este año en los Simón Bolívar: el medio ambiente. Fueron seis trabajos sobre medio ambiente los galardonados.
Zuckerman no se calló ante el tema de la política en Colombia, aunque habló sin asumir bando por el Sí o por el No, porque para él lo que evidenció nuestro plebiscito es que la sociedad colombiana está viviendo un fenómeno que es a escala global: «La gente ya no está interesada en la política, sino por el mundo. Por eso en su país el 60% de la población apta para votar no salió a hacerlo el 2 de octubre. Y no se le puede juzgar por eso, es la realidad, porque lo que la gente está haciendo es dejar de ir a unas urnas en las que nos cree y en cambio está usando las redes sociales para sentirse empoderada aún cuando en el fondo se siente profundamente impotente y decepcionada en la política y la democracia».
Y estando en el escenario del teatro Mario Santo Domingo con centenares de periodistas, Zuckerman soltó una flecha que luego el presidente del Jurado del Premio, Héctor Rincón, usaría para lanzar con su arco. Zuckerman dijo: «Por fin los medios tradicionales se están dando cuenta que con las redes sociales no tienen que enfrentarse, sino colaborar. Los medios pueden usar ese poder en su favor». Rincón a su vez enfatizó: «La publicidad oficial (pública y privada) tiene en silencio al periodismo, mientras afuera en la calle, en la sociedad, otras fuerzas hacen gritar a las redes sociales más fuerte que los gobiernos».
Una anécdota de ideologías
Visto desde las gradas, Alfredo Molano se situó a la derecha del escenario para dar su discurso de recepción del Premio a la Vida y Obra de un periodista. Hacía unos instantes, el Jurado resaltaba que sus columnas de opinión de los domingos eran «piedras de escándalo por denuncias de abusos de poder y, no pocas veces, exámenes críticos de las ideologías en las que se estancan los movimientos políticos, incluidos los de la izquierda». Y mientras Molano tomaba la palabra para reconocer que para escribir «la dificultad comienza cuando el que trata de escribir no oye porque está aturdido de juicios y prejuicios, que son justamente la materia que debe ser borrada para llegar al hueso», arriba, en un balcón, lo escuchaba Plinio Apuleyo Mendoza, quien justamente era el observador en las gradas, situado a la izquierda. El viejo amigo de García Márquez y hoy artillero periodístico de Uribe Vélez, escuchó menos de la mitad del discurso de Molano. Por la entrada izquierda del balcón había llegado, por esa misma puerta salió.
Las entrevistas
Alfredo Molano, ganador al Premio Vida y Obra; Laura Romero, ganadora de la Universidad de Cartagena; María Paulina Baena, el rostro de La Pulla, de El Espectador; César González, ganador por su crónica radial; y Ginna Morelo, miembro del Jurado, las voces: