Por: Heidy Cueto
The vampire diaries llegó a la pantalla chica en un momento en el que todos estábamos obsesionados con Crepúsculo y sedientos por más historias de vampiros atractivos. A pesar de que la serie causó sensación por el éxito de la franquicia de Stephanie Meyer, la razón por la que llegó para quedarse estuvo determinada por muchos más factores.
La serie de CW que fue estrenada el 10 de septiembre del año 2009 atrapó a su público a partir de su argumento que gira alrededor del romance y relaciones complicadas. La serie presenta un enfoque en las relaciones interpersonales, enfoque que puede ser apreciado a lo largo de la misma, debido a que esta se tomó el tiempo de desarrollar a sus personajes en múltiples temporadas y de explorar todas las dinámicas sociales posibles. Los espectadores se sintieron conectados con los protagonistas y se interesaron en su crecimiento y evolución.
Una clave fundamental para el éxito de esta serie fue su cast, gracias a que el elenco estaba compuesto por actores jóvenes y atractivos. La presencia de actores populares en ese momento, como Ian Somerhalder y Nina Dobrev, fue fundamental en el posicionamiento de the vampire diaries como una de las mejores series de vampiros de todos los tiempos.
A pesar de su drama emocional intenso y los golpes de nostalgia que podemos recibir al ver la serie hoy en día, también es probable que nos cuestionemos si en su argumento existían estereotipos de género que en su momento pasamos por alto.
Es importante tener en cuenta que los estereotipos de género en los productos audiovisuales pueden evolucionar con el tiempo y varían según la perspectiva individual de quien está realizando el análisis.
A lo largo de la serie, en su exploración de la mortalidad y la dualidad entre la luz y la oscuridad, era más común apreciar personajes masculinos representados como “chicos malos» con un lado oscuro y peligroso, como es el caso de personajes como Damos y Klaus, mientras que los personajes femeninos a menudo representan la bondad y la moralidad, como es el caso de Elena y Caroline. De muchas maneras, esta representación simplificaba la complejidad de los personajes y perpetuaba la idea de que las mujeres son inherentemente buenas y los hombres pueden ser redimidos de su maldad (si son expuestos a la adecuada influencia femenina).
Cuando se habla de paralelos, The Vampire Diaries creó una marca a partir de ellos, pero uno bastante recurrente fue el de damas en apuros versus hombres protectores y dominantes. En la serie, a menudo se presentan a los personajes femeninos en diversas situaciones de peligro o en la necesidad de ser rescatadas, lo que terminaba por reforzar la idea de que las mujeres son frágiles y necesitan protección constante. Dicha representación se contrapone a la de los personajes masculinos, como protectores dominantes que pueden tomar decisiones en pro del bienestar de las mujeres, porque ellos saben lo que es mejor para ellas.
Dejando de lado el accionar, la serie también crea un discurso a partir de la valoración de la apariencia física. En la industria del entretenimiento, la apariencia física atractiva a menudo se utiliza como una estrategia de marketing. En el caso de The Vampire Diaries, los actores jóvenes y atractivos captaron la atención de la audiencia, generaron interés en la serie y contribuyeron a atraer espectadores potenciales, pero a menudo se resalta la belleza y el atractivo de los personajes femeninos, utilizando el físico como su principal atributo. En el caso de los personajes masculinos, a pesar de sí ser convencionalmente atractivos, se les glorifica por sus capacidades y son juzgados por su accionar.
Al ver la serie sin duda no se pueden dejar de lado los estereotipos inmersos en la trama, pero eso es lo que sucede cuando se vuelve a ver un producto audiovisual después de un tiempo, porque las personas y los contextos en los que un producto es visto no es el mismo. Sin embargo, no se debe tachar a la serie de misógina solo por representaciones coherentes a su tiempo y a las necesidades del público de su momento.
Es importante recordar que los estereotipos de género en los productos audiovisuales pueden evolucionar con el tiempo y variar según la perspectiva individual del espectador. Aunque «The Vampire Diaries» reflejaba las necesidades y expectativas del público de su época, hoy en día es necesario reconocer estos estereotipos y considerar cómo pueden influir en nuestras percepciones de género. No es necesariamente misógina, pero nos recuerda la importancia de cuestionar y analizar las representaciones de género en los medios de comunicación y cómo han evolucionado a lo largo del tiempo.