Los venezolanos cumplieron cuatro días en medio de filas e incertidumbre, a las que se sumaron protestas y saqueos en varios puntos del país este viernes, un claro indicio del caos.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
A escasos días para la Nochebuena, los venezolanos están muy, pero muy lejos del espíritu navideño que en otros tiempos, ya se respiraba en las principales ciudades para estas fechas.
La intempestiva salida de circulación del billete de 100 bolívares, que entró en vigor 72 horas después de lo anunciado, desató una ola de incertidumbre en el país petrolero que generó en primera instancia, largas colas de ciudadanos tratando de depositar los desahuciados billetes antes de su anulación.
Las colas se extendieron por todo el país los tres días de plazo que otorgó el Gobierno de Maduro a la ciudadanía para canjear los billetes. Paralelamente, pequeños comercios y servicios como los de autobuses y taxis, dejaron de recibir los pagos con este papel moneda.
Los bancos privados colapsaron en pocas horas por las largas filas de usuarios tratando de cambiar los billetes, quienes además tenían que conformarse con quedar sin efectivo a la espera de la salida del nuevo papel moneda que entraría en circulación.
Aunque la razón esgrimida por Maduro es la de darle un golpe certero a las casas de cambio que operan en las ciudades colombianas de Cúcuta y Maicao, los más afectados parecen ser los propios venezolanos que para el momento de la medida, estaban en territorio colombiano comprando productos que ya no se encuentran en su país.
Al cerrar la frontera, muchos de ellos quedaron atrapados en territorio colombiano sin poder retornar a Venezuela y sin dinero para pagar hospedaje o alimentos, ya que ahora el efectivo que poseen, no lo acepta nadie.
Las ventas en los pequeños comercios, que atienden a las familias de estratos más populares, bajaron más del 50% debido a que el efectivo es casi el único medio de pago para un 40% de la población venezolana que no está bancarizada.
Pero la paciencia de algunos por el caos reinante, se agotó este viernes. Las largas filas se concentraron ahora en las sedes del Banco Central de Venezuela, ubicadas en las ciudades de Caracas y Maracaibo. La gente acudió incluso desde otras zonas desde el interior del país. En el ente emisor, una vez que los ciudadanos entregaban su efectivo solo le devolvían un recibo, ya que los nuevos billetes no están disponibles todavía, ni se sabe cuando estarán. Mucha gente se quejó de que esta medida se tomó en la peor época del año, debido a los gastos que tienen las familias con motivo de las fiestas.
«¿Por qué Maduro no viene a hacer la cola? ¡Es un abusador!», resumió Alexis Pacheco. Otros, como Giancarlo M., llevaba 3.000 bolívares escasos para la comida de su hijo, de 6 años. Tampoco obtuvo dinero ‘legal’ a cambio.
Los ánimos también empezaron a caldearse en algunas ciudades del país, en las cuales se reportaron protestas y saqueos por falta de efectivo. Las alteraciones se reportaron en los estados de Mérida, Táchira (occidente), Bolívar y Anzoátegui (oriente), donde los protestantes quemaron los bolívares que no pudieron canjear o consignar en sus cuentas. En Zulia, autoridades policiales reportaron la detención de al menos siete personas por saqueos en el centro de Maracaibo, la segunda ciudad del país.
En medio del caos por la falta de efectivo, el gobierno decretó el uso gratuito de los servicios de transporte por metro en las ciudades de Caracas, Los Teques, Valencia y Maracaibo hasta el lunes 19 de diciembre.
Aunque el propio Nicolás Maduro había anunciado la entrada en circulación de nuevos billetes y monedas a partir del 15 de diciembre, esto no se cumplió, lo que dejó a la gente sin dinero en sus manos, a pesar de haber sido fecha de quincena, la última antes de la Navidad.
“El martes deposité todos los billetes de 100 bolívares que tenía, ahora solo cargo 4 billetes de 50 bolívares en la cartera. Vine a hacer un retiro por el cajero automático, pero es imposible y dentro del banco la cola es un desastre. No tengo cómo comprarles verduras a mis niñas”, dijo Judith Betancourt mientras integraba una larga fila en la sede principal del Banco de Venezuela en Caracas.
El retiro intempestivo de los billetes de 100 busca bajar la cotización del dólar paralelo, que se había disparado por una fuerte inyección de dinero inorgánico a la economía, que el propio gobierno hizo para pagar los aumentos salariales prometidos. Por eso muchos economistas, consideran que Maduro mantendrá el mayor tiempo posible sin efectivo a la gente, para mantener el control, aunque sea artificial, del dólar paralelo y con ello de la desbocada inflación.