El llamado ‘voto oculto’ puede jugarle una mala pasada a Hillary Clinton a juicio de los análisis de expertos en la política estadounidense. Muchos se preguntan si se repetirá lo del Brexit en Inglaterra o lo del ‘No’ en Colombia.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
En una playa del distrito limeño de Chorrillos, en Perú, un grupo de ‘brujos’ y ‘chamanes’ se reunió para, a través de un ritual, vaticinar los resultados de la apretada lucha electoral que protagonizan la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump por la presidencia de los Estados Unidos.
Allí, el chamán Juan Osco, tras consultar los astros y analizar el espíritu de los candidatos, apuntó que Clinton será la ganadora de la noche electoral, mientras que el curandero Marino de los Santos apostó por Trump por su “fuerza espiritual”.
En medio de calaveras y exhortaciones a espíritus ancestrales, no se lograron poner de acuerdo sobre el resultado final de la elección prevista para este 8 de noviembre.
A miles de kilómetros al norte, dentro de los Estados Unidos, el panorama no parece ser más claro. Este último fin de semana, tanto Clinton como Trump sacaron sus mejores cartas y protagonizaron frenéticos recorridos por los estados denominados ‘clave’ para conquistar el voto indeciso, que será decisivo para el resultado final dado lo apretado que lucen las encuestas a pocas horas del 8 de noviembre.
Un sondeo realizado por la red NBC y el diario Wall Street Journal, divulgado el domingo, atribuyó a Clinton una ventaja de cuatro puntos porcentuales a nivel nacional, por 44% a 40%. En estadística es lo que se llama un empate técnico.
En una frenética jornada, Donald Trump aterrizó la mañana de este lunes en Sarasota, en Florida, (sureste). Florida tomó una importancia sin precedentes en las últimas horas. Este estado reparte 29 votos electorales, lo que a la luz de los sondeos, lo convierte en neurálgico para las intenciones presidenciales de ambos candidatos.
Clinton también se ha ocupado de Florida. Para ello ha utilizado su mejor arma: La actual pareja presidencial conformada por Barack Obama y su esposa Michelle, quien se ha catapultado como una estupenda oradora. Ellos han tratado de minimizar el escándalo por correos electrónicos que por una investigación del FBI, ha afectado de manera considerable a la ex primera dama, quien ha visto reducir su ventaja en las encuestas en los últimos días.
«Les pido que hagan por Hillary lo que han hecho por mí», manifestó el mandatario durante un acto de campaña en Ann Arbor, Michigan, en el primero de tres discursos que realizó este lunes, en la víspera de la elección.
«Tienen la posibilidad de rechazar la política divisoria que nos llevaría hacia atrás, la posibilidad de elegir a nuestra primera presidente mujer», enfatizó.
Y es que lo que hasta hace poco parecía seguro para los militantes demócratas, ahora no lo es tanto y algunos analistas coinciden con ello. Entrevistado por el portal Infobae, el diplomático argentino Lino Gutiérrez, dijo en Washington que no todo está dicho.
“Puede haber una pateada de tablero sobre todo en los estados industriales del norte de la Unión, que habitualmente fueron demócratas, y en donde puede que haya una afluencia de votantes blancos de clase media y media baja, bastante enojados con el sistema, y ellos sean la clave para un triunfo inesperado del candidato Trump. Los dos escenarios están abiertos. El sentido común diría que sería elegida Clinton, pero puede haber una sorpresa como hubo en el Brexit, o las elecciones en España, o con el No en Colombia, y sigue la lista”.
Guillermo Valencia, en un análisis para la revista Dinero, también sopesó esta variable, llamando la atención sobre el llamado ‘voto oculto’. Utilizando para ello dos metodologías de análisis, la Big Data y el análisis de patrones, pudo tomar en cuenta valores en los que fallan las encuestas.
“El problema de las encuestas es que estas fallan en capturar el voto en contra de la convención moral dominante. Votar por el Brexit era ‘moralmente incorrecto’, votar por el No en el plebiscito en Colombia también era ‘moralmente incorrecto’. De la misma manera, votar por Donald Trump también desafía la convención moral del momento. Esto hace que muchas personas prefieran mantener reservada su verdadera opinión hasta el final de las encuestas”, argumentó Valencia.