Los televisores encendidos desde temprano, los colombianos pegados a la transmisión, los que no están viendo preguntan en la calle ¿cómo van los colombianos?
Por: Estela Monterrosa
Allí en plena carretera van dando pedalazos, uno a uno con sus equipos cumplen sus sueños, sus metas y las sonrisas iluminan sus rostros, esa sonrisa que representa a todos los colombianos que los admiran y gritan a todo pulmón enviándoles esa energía positiva, o aquellos que en carreteras europeas corren al lado de ellos a pie dándoles ánimo para que no desfallezcan.
Es la pasión que han despertado en Barranquilla y en Colombia ese grupo de jóvenes ciclistas que pedalean con el corazón, que han surgido a peso de sacrificio, de esfuerzo, de enjundia, de trabajo, pero sin el apoyo estatal. Por eso cuando alguien ha querido ganar indulgencias con sus triunfos no dudan en responder con las frases certeras, porque tienen la seguridad que sus triunfos, logros, calidad y brillantez, es producto del trabajo de días, madrugadas y meses entrenando en las veredas, pueblitos del interior del país.

Esa sonrisa radiante y contagiosa,la del deber cumplido,la ganadora. Nairo,Chávez y «el puma»,trío sensacional de colombianos
Sus padres, unos campeones del sacrificio, siempre están allí, al lado de sus hijos, apoyándolos también con sacrificio y valga la redundancia, porque esa es la familia que es una cadena fuerte, donde todos se apoyan, donde trabajan en conjunto, donde se tiene un norte, donde existe lealtad, donde son un equipo, donde se tienen metas que se cumplen trabajando de forma honrada, sin auxilio económico de ningún estamento del Estado, de ningún funcionario, y en este año que los dirigentes han querido despertar y cosechar lo que no han sembrado, los deportistas le han sabido responder, con firmeza, con respeto, pero con la seguridad que sus triunfos son suyos, de los colombianos del común, más no de la dirigencia deportiva.
Por eso cuando se escucha una transmisión donde los locutores dicen: “grande chavito”, “ese Froome es un monstruo” “faltó un poquito “ o jocosamente como dijo un aficionado barranquillero: «Nairo ha tenido a Froome apretándole las nalgas en la vuelta” todos nos emocionamos y nos pegamos al televisor o a la radio, para sentir cómo cada pedalazo de estos héroes de carne y hueso que suben al podio y son firmes, optimistas, íntegros, verdaderos ídolos, no con pies de barro, sino de hierro del propio hierro que no se tuerce y que siempre responde ante el empuje y la enjundia que imponen sobre los caballitos de acero para ganar y disfrutar de las mieles de la victoria limpia, grande y heroica.
Ahora que Nairo Quintana ganó la Vuelta a España, cuando Esteban Chávez es el número tres en la clasificación y es podio, cuando el “puma” Darwin es protagonista y se perfila como un grande del ciclismo, cuando Chris Froome aplaude a Nairo, podemos decir con orgullo: “Gracias por ponernos a soñar, por hacernos sentir más colombianos que nunca, por las alegrías y la felicidad que nos hacen sentir, porque con ustedes podemos confirmar que podemos alcanzar los mayores sueños, que nada es imposible, si trabajamos con fe, y porque cada triunfo de ustedes, cada dedicatoria que nos hacen, se traduce, en que todos unidos se alcanzará más fácil los sueños”.
Nairo y las mujeres
Escuché estos días a una mujer que sueña con un modelo de hombre como estos héroes. Esto dijo ella: “Con un hombre así como Nairo, así sí, pero ¿dónde lo encuentro?”, pero es que Nairo piensa muy bien, qué decir de sus palabras y sus tuits:
- «Las mujeres superan montañas para salir adelante: saben que vale la pena pedalear por los sueños. Son constructoras de cambio».
- “En competencia sí, concentrado sí. Pero en mi mente y corazón siempre están los niños y niñas”.
- “Soy uno de ustedes y celebro nuestro día agradeciendo cada plato de comida que llega a nuestra mesa. gracias Campesinos”.
Este es el resumen de una nueva generación, una generación de deportistas brillantes que ponen en alto el nombre de nuestro país, más de lo que ya lo han hecho, esperemos que la dirigencia deportiva se pellizque y los apoye, porque entonces sí, los triunfos serán los más grandes y el tricolor será izado en muchas partes y el himno entonado y nuestros corazones latirán tan aprisa que no habrá cómo controlar la emoción.