
La Misión de Observación Electoral reveló un informe que refleja un 85% de incremento en los asesinatos de líderes sociales de Colombia durante el primer semestre de este año en relación al mismo período de 2019.
Lexander Loaiza Figueroa @Lexloaiza
La mañana de este martes 22 de septiembre la Misión de Observación Electoral –MOE- reveló un informe según el cual se evidencia que, durante los seis primeros meses de 2020, los asesinatos de líderes sociales aumentaron en un 85% con respecto al mismo período del año anterior. El documento oficial destaca que los hechos violentos se concentraron en su mayoría en los departamentos de Cauca, Arauca, Norte de Santander, Antioquia y Córdoba. Sin embargo, advierte que han permeado en regiones como Vichada, donde no se registraba un asesinato de líder social desde hace cuatro años.

La mayor parte de los asesinatos contra líderes sociales se registraron en zonas con medidas especiales para evitar la violencia.
La directora de la MOE, Alejandra Barrios, fue la encargada de presentar las cifras en Bogotá. El organismo registra que, en el primer semestre de este año, hubo 248 hechos de violencia contra líderes políticos, sociales y comunales. Si bien esto representa una disminución del 2% con respecto a los primeros seis meses del 2019, lo que preocupa al organismo es la letalidad de los mismos. Es decir, aunque en general hubo una modesta reducción de los atentados, la letalidad de los mismos sí se incrementó incluso en los días de confinamiento estricto, entre el 25 de marzo y el 11 de mayo.

La situación cuestiona la gobernabilidad real que tienen las instituciones del país.
Otro dato preocupante es que el 64,2% de los asesinatos se dieron en las llamadas zonas priorizadas por el Estado, en las cuales se habían adoptado una serie de medidas para evitar el recrudecimiento de la violencia. Las estadísticas hoy cuestionan la efectividad de esas medidas ya que, a pesar de ellas, en esas zonas priorizadas los asesinatos se incrementaron en un 39%, si se analizan individualmente.

Lo que preocupa a los analistas del MOE es la letalidad cada vez mayor de los atentados contra el liderazgo social de Colombia.
Después de los líderes sociales, el liderazgo político fue el que más padeció los rigores de la violencia letal. La MOE contabilizó 89 casos durante el primer semestre de 2020 contra dirigentes electos en 2019. “Han sido agredidos ocho alcaldes, 42 concejales, 3 ediles y dos diputados”, explicó Barrios, para quien esta violencia estaría buscando controlar el desempeño de los gobernantes y legisladores locales, bajo el sometimiento con amenazas de muerte.

La violencia sigue marcando cada mes a cientos de familias colombianas que nunca vuelven a encontrar la paz.
El tercer grupo afectado por la violencia es el de los líderes comunales, con un 13% más que en el primer semestre de 2019. Se contabilizaron 35 hechos violentos de los cuales un 60% resultaron ser letales para sus objetivos.
Las tendencias crecientes también se presentaron en el número de atentados cometidos contra lideresas, líderes afro e indígenas. En este último segmento, el grado de letalidad ascendió al 70%.