Opinión

La osadía de buscar empleo cuando la politiquería manda la parada

«Una sociedad que aísla a sus jóvenes, corta sus amarras y está condenada a desangrarse», Kofi Annan.

Por Samanta 

Santa MartaY ya sabía yo que la parte difícil a los 25 años no iba hacer graduarse sino obtener un empleo decente.

Los padres invierten por más de 15 años gran parte de su dinero para brindarles una educación a sus hijos, una inversión hecha con el desinterés del amor y de la cual ni siquiera esperan sea retribuida cuando el hijo pueda valerse por sí mismo y lleve una vida plena y feliz sin dificultades económicas. Pero en el fondo, las familias saben que la siembra que hoy hacen es también la cosecha de mañana.

Pero, ¡Oh sorpresa! Esta ayuda está siendo hasta mucho después de terminar la universidad, cuando ya se cree que llego el final de la obligación pero en donde comienzan a surgir incómodos sucesos que no le permiten avanzar al joven.

Hay ciudades donde los comienzos y el subir peldaños se vuelve no un reto sino un dolor de cabeza; sin aun decir que los puestos de trabajo dejan de conseguirse por la capacidad propia del individuo y pasan a ser evaluados más bien por la cantidad de votos que logre obtener, si va de la mano con el partido o el gobierno al cual la entidad le debe algún favor o tiene relación o si su familia tiene buenas amistades políticas.

Y entonces para qué tanto esfuerzo al estudiar, si están llevando a la sociedad a ser mediocre, a silenciarla, obligándola a no apasionarse por lo que hace sino a dedicarse a ser un mandadero, alguien sin opinión propia, sin poder de ejercer su deber de ciudadano. Un peón.

En Santa Marta son los rumores o entre las conversaciones con amigos donde sale el tema a relucir, porque a más de uno le da miedo opinar, están poniendo a los jóvenes en bandos, solo para conseguir un empleo.

Por este camino los dirigentes políticos están convirtiéndose en “dictadores”. Sin tener nada en contra de la política, pregunto: ¿Cómo es posible que no se pueda dar una opinión propia de una situación, circunstancia, de un mal manejo en la ciudad, porque se vea intimidado a perder el empleo o a no conseguirlo durante el periodo de gobierno al cual usted “ofendió” por dar su opinión?

Me causa angustia este tema porque suficiente es con llevar una hoja de vida de recién graduado y que a uno le digan: “no es apto porque no tiene experiencia”. Nadie da la oportunidad y la experiencia no se da, como para sumarle que hay que tener contactos poderosos en la ciudad para obtenerlo.

No nos regalemos, no apostemos nuestro futuro de esa manera. En nosotros está cambiar eso. Que al final no haya quien les haga el trabajo sucio, tanto el de oficina como el de recolección de firmas, votos y seguidores. No se regalen.

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