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Homicidio en Sincelejo

En estado alicorado, Juan David Villegas empujó a Rafael Eduardo Herazo desde un segundo piso.

Por @Makondo.press

Rafael Eduardo Herazo González, la víctima de un energúmeno.

Sincelejo, la capital sucreña, otrora ciudad de paz y de concordia, se ha convertido en una urbe violenta, en donde personas fuera de control, o bajo los efectos de alcohol o alucinógenos, matan sin ningún motivo ni razón.

Eso fue lo que produjo la muerte de Rafael Eduardo Herazo González (qepd), quien fuera tirado por unas escaleras por un funcionario de Interaseo: anoche en medio de una operación al parecer infartó, cuando los galenos hacían todo el esfuerzo de contribuir en su recuperación.

Como se recordará, cuando departían en un apartamento del barrio Majagual hace mes y medio, la víctima, para evitar que pasara a mayores en medio de una discusión, procedió a retirarse de la actividad social en donde departían cinco personas, cuando Juan David Villegas, jefe Administrativo de la empresa de aseo, lo empujó por la espalda, desde un segundo piso.

Juan David Villegas, el asesino que empujó a Herazo González desde un segundo piso. Villegas hoy es prófugo de la justicia.

El delincuente está huyendo y hoy un menor de diez años sufre la pérdida de su padre, de quien amigos y conocidos dan fe de que era una buena persona. Trascendió que la riña empezó por celos del homicida con la propietaria del apartamento. Según versiones de personas que conocían de lo que sucedía en dicho apartamento, Villegas sufre de trastornos nerviosos cuando ingiere licor o algún alucinógeno, peor aun cuando se enamora de alguna dama, y como no le corresponda, los celos lo convierten en un animal energúmeno y peligroso.

Herazo González, como consecuencia de la caída brusca y criminal, presentaba graves afectaciones en la columna y pulmones.

Las autoridades policiales andan tras las pistas del asesino, ya que según algunos conocidos suyos, saben los sitios en donde suele esconderse cuando, pasado de copas, comete alguna pelotera y deja a alguien golpeado o con heridas.

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