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Vivimos en una sociedad donde el estrés crónico se ha vuelto parte de la rutina. Las exigencias laborales, los conflictos personales y la falta de descanso son factores que elevan los niveles de estrés, afectando no solo nuestro bienestar emocional, sino también nuestra salud metabólica.

En este artículo te explicamos qué es el estrés, cómo las hormonas del estrés pueden influir en el aumento de peso y por qué se relaciona directamente con el desarrollo de la obesidad abdominal.
Sigue leyendo para descubrir los mitos y verdades sobre el estrés y el sobrepeso!
¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta del cuerpo ante situaciones que percibe como una amenaza o reto. Aunque a corto plazo puede ser útil para reaccionar con rapidez, cuando se prolonga en el tiempo se convierte en un problema de salud. Este tipo de estrés sostenido se conoce como estrés crónico.
Hormonas del estrés que afectan tu metabolismo
Durante el estrés, el cuerpo libera varias hormonas:
• Cortisol: Aumenta la glucosa en sangre y favorece el almacenamiento de grasa abdominal.
• Adrenalina y noradrenalina: Elevan el ritmo cardíaco y la presión arterial.
• Neuropéptido Y (NPY): Estimula la formación de tejido adiposo.
Estas hormonas alteran el funcionamiento normal del cuerpo, creando un entorno ideal para que se desarrolle la obesidad visceral, especialmente si no hay mecanismos para manejar el estrés de forma efectiva.
¿Qué es la obesidad según la OMS?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la obesidad como una acumulación anormal de grasa que representa un riesgo para la salud. Se mide a través del índice de masa corporal (IMC):
• Sobrepeso: IMC entre 25 y 29,9
• Obesidad: IMC igual o superior a 30
La obesidad es un problema complejo que no solo se relaciona con la dieta, sino también con factores emocionales y hormonales, como el estrés crónico.
Mitos y verdades: ¿cómo el estrés puede engordar?
1. Mito: El estrés solo afecta el estado de ánimo.
Verdad:
El estrés crónico altera el metabolismo y favorece la acumulación de grasa abdominal.
2. Mito: El estrés solo engorda si comes en exceso.
Verdad:
Las hormonas del estrés favorecen el almacenamiento de grasa incluso sin cambios en la dieta.
3. Mito: Si como sano, el estrés no me afecta.
Verdad:
El cortisol puede sabotear tus esfuerzos por perder peso.
4. Mito: El estrés desaparece si lo ignoro.
Verdad:
Ignorarlo lo cronifica y genera daño hormonal.
Mito: Solo las personas ansiosas suben de peso por estrés.
Verdad:
Cualquier persona puede engordar si no gestiona adecuadamente el estrés.
Cómo combatir el estrés y cuidar tu peso
Puedes evitar los efectos del estrés crónico adoptando hábitos simples y efectivos:
• Ejercicio regular: mejora el estado de ánimo y regula las hormonas.
• Dormir bien: entre 7 y 9 horas por noche es ideal.
• Relajación y mindfulness: meditación, yoga o respiración consciente.
• Apoyo emocional: hablar con alguien o acudir a terapia.
Conclusión
El estrés crónico puede engordar, no por magia, sino por una compleja interacción de hormonas que alteran tu metabolismo. Conocer esta relación y aplicar estrategias de manejo del estrés puede ayudarte a mantener un peso saludable y mejorar tu calidad de vida.