El muro con México será un hecho en los próximos meses y congelarán presupuestos en ciudades que no persigan a los migrantes ilegales. Trump también anunció medidas contra musulmanes.
Lexander Loaiza Figueroa@Lexloaiza
Este miércoles fue un día negro para los migrantes ilegales en los Estados Unidos y más aún para los latinoamericanos y los musulmanes. El presidente de ese país, Donald Trump, cumpliendo una de sus grandes promesas de campaña, firmó el decreto con el cual se iniciará la construcción de un muro de más de 3.200 kilómetros de longitud en su frontera con México.
«Hemos hablado de esto desde el comienzo», indicó el mandatario al firmar una de las dos órdenes ejecutivas sobre seguridad fronteriza y migración. Este plan incluye la creación de nuevos centros para detener inmigrantes no autorizados en la frontera sur y la reactivación de un programa federal para agilizar deportaciones. El muro se comenzará a ejecutar en los próximos meses y además reiteró que México pagará por él.
El muro era ya una conocida oferta de campaña, aunque no dejó de sorprender la rapidez con que decretara la ejecución de la obra. Lo que muchos no esperaban son las medidas adicionales contra la migración, un fenómeno histórico en ese país desde sus propios inicios.
El otro decreto firmado durante la jornada, ataca directamente los fondos de las denominadas ‘ciudades santuario’. Estas urbes -por lo general gobernadas por demócratas- son aquellas que se niegan a detener y deportar inmigrantes en situación irregular.
«Estamos en medio de una crisis en nuestra frontera sur: El aumento sin precedentes de inmigrantes ilegales de América Central está dañando tanto a México como a Estados Unidos», dijo Donald Trump tras firmar los decretos.
En los próximos días se espera que Trump tome nuevas medidas para restringir el flujo de inmigrantes a Estados Unidos. Estos planes incluyen al menos una suspensión de cuatro meses a todas las autorizaciones de ingreso de refugiados, así como una prohibición temporal a la gente que venga de algunos países musulmanes.
Entre las naciones que podrían verse afectadas por la suspensión de las visas de residencia para sus desplazados figuran: Siria, Irak, Irán, Afganistán, Yemen, Libia, Somalia y Sudán.
En un discurso ante el personal del Departamento de Seguridad Interna, Trump dijo que con estas medidas será posible «salvar miles de vidas, millones de empleos, y miles de millones de dólares».
Las reacciones
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expresó su preocupación por los derechos de migrantes en un discurso este miércoles en la Eurocámara.
“No sería admisible” un retroceso en “los avances específicos que habían habido en materia de derechos civiles y sociales en el contexto interamericano”, dijo Almagro.
En México, cuyos ciudadanos fueron los más aludidos durante el discurso del presidente norteamericano, la primera reacción conocida fue la de la oposición política de ese país. El histórico líder de izquierda Cuauhtémoc Cárdenas(en la foto) y el ex canciller mexicano Jorge Castañeda, así como políticos de distintos partidos, llamaron a suspender el encuentro de Trump con el presidente Enrique Peña Nieto por considerar que no existen condiciones adecuadas para el encuentro.
Según algunos medios, el presidente mexicano está estudiando cancelar su próxima visita a Washington prevista para el 31 de este mes. La decisión supondría un grave encontronazo diplomático y el inicio de una era hostil entre ambas naciones.
Los decretos antiinmigrantes de Trump fueron recibidos con preocupación en la V Cumbre de Estados Latinoamericanos y del Caribe –Celac-, que se desarrolla en República Dominicana. Allí el presidente cubano, Raúl Castro, consideró «preocupante» que el nuevo gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump, haya declarado «intenciones que ponen en riego los intereses» de Latinoamérica y el Caribe en las esferas del comercio, el empleo, la migración y el medio ambiente.
«Debemos asumir una clara posesión en defensa de los inmigrantes no solo de América Latina y El Caribe», dijo, y agregó que «la solución para detener la migración no son muros ni fronteras, es solidaridad, es humanidad y crear condiciones de bienestar y paz para todos los habitantes del planeta».
Sobre el tema el presidente ecuatoriano, Rafael Correa también habló. «Debemos asumir una clara posesión en defensa de los inmigrantes no solo de América Latina y El Caribe», dijo, y agregó que «la solución para detener la migración no son muros ni fronteras, es solidaridad, es humanidad y crear condiciones de bienestar y paz para todos los habitantes del planeta».