
Alemania: cincuenta y tres mil infectados, trescientas noventa y nueve muertes, seis mil seiscientos cincuenta y ocho recuperados.
Colombia: quinientos treinta y nueve infectados, seis muertes, diez recuperados.
Por Efraín Villanueva*
Los sonidos pretéritos de nuestra calle:
La madre obesa que aprovechaba para pasear a su bebé en el cochecito mientras llevaba a su nene al colegio. Sus bramidos telefónicos despertándonos puntuales cada mañana.
Los vagabundos que acondicionaron un rincón del parqueadero de Netto, el supermercado de bajo presupuesto detrás de nuestro edificio, como sala de reuniones. Sus tertulias roncas y exaltadas, profundas y etílicas.
La fértil familia polaca de la casa de al lado. Su insistencia en reparar a gritos, una vez a la semana, la furgoneta con la que trabajan como transportistas de DPD.
Los bambinos que correteaban y se azuzaban a lo largo del año, en pantalones cortos o embutidos en gruesas chaquetas térmicas, en el parquecito recién renovado de la esquina.
La música tradicional, mezclada con sobreactuado hip-hop alemán, del festival de verano de la comunidad tamil.
El patinador del edificio de al frente y el retumbe perturbador de las ruedas de su patineta sobre el asfalto.
Los escandalosos borrachos de fin de semana en su retorno a casa.
Hasta hace poco consideraba estos sonidos como aturdidores ruidos. Me importunaban hasta la exasperación.
Ni los audífonos con supresión de sonido que Sabeth intentó regalarme de cumpleaños –y que le pedí retornar porque no merezco un obsequio de trescientos euros y, especialmente, porque me era suficiente con la botella de Auchentoshan que también me dio– lograron deshacerse de ellos.
Hoy su ausencia huele a interrupción de la rutina. A falta de vida. La pandemia no solo los silenció todos. Los extrajo de mi vida. Me sorprendo intentando evocarlos. Incluso extrañándolos, aunque seguramente cambiaré de opinión una vez el confinamiento empiece a reducirse.
Alemania: cincuenta y tres mil infectados, trescientas noventa y nueve muertes, seis mil seiscientos cincuenta y ocho recuperados. Colombia: quinientos treinta y nueve infectados, seis muertes, diez recuperados.
Dortmund (Alemania), marzo 28 de 2020

“Usualmente en primavera la fuente de este parque empieza a escupir agua”.
Fotografía por: Elisabeth Brenker – Fuente del parque.
*Efraín Villanueva (@Efra_Villanueva). Escribe novelas, cuentos y artículos culturales y ha colaborado con Granta en español, El Heraldo, El Tiempo, Arcadia, Literal Magazine, entre otros medios. Ha publicado los libros Tomacorrientes inalámbricos (Premio de Novela Distrito de Barranquilla, 2017) y Guía para buscar lo que no has perdido (Premio Nacional de Cuentos de la Universidad Industrial de Santander, 2018) y algunos de sus textos han sido publicados en antologías literarias. Es MFA en Escritura Creativa de la Universidad de Iowa y tiene un título en Creación Narrativa de la Universidad Central de Bogotá. Hace cuatro años vive en confinamiento en Alemania, en donde prepara su próxima novela.