Carmen Elena Manriquez,Marlon Moreno y Roberto Flores[/caption]
Obtuvo un mejor escenario para grabar y los mejores premios en Festival de cine en Brasil.
Durante casi un año Roberto Flores Prieto vivió el drama de no encontrar la locación adecuada para filmar la película de sus sueños, ‘Cazando Luciérnagas’. Con libretos de Flores Prieto y Carlos Franco. La dirección es del propio Flores Prieto, con la actuación estelar del actor colombiano de moda Marlon Moreno (‘El Capo di tuti lo capi’), la actriz 
Carmen Helena Manrique, quien hace el papel de la mujer con quien el celador de una mina de sal en un recodo del mar en cualquier rincón de la Costa Caribe colombiana, tienen una hija, Valentina Abril.
En principio las cosas no iban a suceder así. Flores Prieto tenía entre ceja y ceja que el escenario sería una de esas elevadas torres repetidoras de la telefonía celular a campo abierto, de preferencia en una serranía lo más elevado posible. En un lugar solo y fantasmal, rodeado de cocuyos (luciérnagas). Con hermosos paisaje de mar, de palmera, de montañas y de un santuario. Eso se lo soñó el Director y así estaba en el libreto original.
El paisaje que se le metió en la cabeza era la antena ubicada en la parte más alta de la urbanización El Santuario, en jurisdicción del corregimiento de El Morro (Tubará), un poco antes de llegar al santuario y a la iglesia de la Iglesia.
Flores Prieto habló con el concejal de Barranquilla Eugenio Díaz Peris para que le alquilara “por no más de 15 días’ el sitio, en las inmediaciones de la torre, para hacer la filmación. El Concejal de inmediato pensó en cifras. Pidió una suma considerable. Flores dijo que estaba fuera del alcance de su presupuesto. Que le hiciera una buena rebaja y así colaboraba como el cine nacional. “Déjame pensarlo”, le respondió Díaz Peris en forma displicente.
Flores regresó a los 20 días, entonces el argumento del Concejal era que los propietarios de la urbanización eran muy exigentes en cuanto a la tranquilidad. No querían ruidos con carros, camiones y motos subiendo y bajando a toda hora y con luces prendidas toda la noche. Ya se habían perdido cuatro meses de grabación. Flores Prieto le rogó de mil maneras. Le dijo que ya había hablado con varios propietarios de cabañas y estaban, por el contrario, encantados que allí se hiciera un film que le daría prestigio a la urbanización.
El no de Díaz fue rotundo. Además, fue una posición arbitraria, porque no consultó con los propietarios de las viviendas de la urbanización para ver si querían o no que allí se filmara una película que tenía muchas probabilidades de ser un éxito internacional y darle así, en forma gratuita, fama mundial al Santuario. Además, la excusa de la molestia por el ruido es una soberana broma, porque el ruido ya de por sí existe de día y de noche.
A empezar de nuevo
Con el rabo entre las piernas, Flores Prieto y su equipo de asesores hablaron con habitantes de la región. Les recomendaron las torres del cerro Conuco, en Tubará, las antenas de los cerros de Piojó, las de los cerros en cercanías de Cartagena.
Todos esos sitios fueron visitados y recorridos minuciosamente, pero no se adecuaban a la locación que exigía el libreto. Hasta que alguien le dijo a Flores Prieto: hombre, que el personaje no sea el celador de una torre de celular, sino de una mina de sal a la orilla del mar. Y esa es Galerazamba.
Así, gracias a la torpe negativa que recibió en el Morro, encontró encantos que enriquecieron de verdad esta película, orgullo colombiano, que ganó en el reciente Festival de la ciudad de Gramados, Brasil, Premio a la mejor Dirección (Roberto Flores Prieto); Mejor Guión (Carlos Franco); Mejor Actriz, Valentina Abril, y Mejor Fotografía Eduardo Ramírez González, y mención de honor a la canción de la película ‘No hay soledad’, de la autoría de Julián Andrés Sarmiento Figueroa y Keren Vargas, del grupo La Margarita, también colombianos.
La película ‘Cazando Luciérnagas’ aún no ha festivaleado en Colombia. Es posible que conquiste nuevos premios. Por lo pronto, a finales de septiembre debuta en cines de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla, Santa Marta y Cartagena.
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