Nació en Dibulla, frente al mar Caribe, el 21 de octubre de 1934.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Carlos Huertas Gómez, conocido en el mundo vallenato como ‘El cantor de Fonseca’, sigue vigente con su música en todas las parrandas vallenatas, y en las emisoras de este genero musical.
El compositor guajiro, de prosa suelta e ingenio a flor de piel, compuso durante su vida más de cien canciones de las cuales la más popular, es, sin duda, ‘El cantor de Fonseca’.
Otros temas que inmortalizaron la carrera artística de Carlos Huertas fueron, entre otros tantos, ‘Tierra de cantores’, ‘Himno folclórico’ del Festival del Retorno en Fonseca; ‘Orgullo guajiro’, ‘La Casa’, ‘Tierras del Sinú’, ‘Lola la Negra’, y ‘Mis delirios’.
Carlos Huertas, como cuenta en su canción, nació en Dibulla, exactamente frente al Mar Caribe, pero la mayor parte de su vida la pasó en Fonseca, sur de La Guajira, donde era tratado con mucha gratitud, no en vano inmortalizó este municipio con su canción estrella.
Desde muy pequeño hizo camino al andar y se apropió de una de las características que lo distinguieron en el resto de sus días: se convirtió en un errabundo incansable. Heredó la vena musical de su padre Carlos Modesto Huertas (tocaba la flauta, la guitarra y el tiple) y de su abuelo, Atinio Huertas, quien fue director de orquesta en Riohacha.
Mi hermano y yo
Amílkar Huertas Gómez, es uno de los cuatro hijos del matrimonio de Carlos y Dolores, ambos guajiros. La mayor de los hermanos Huertas Gómez, es Laura, luego sigue Carlos, después Amilkar y Hugo. El único que queda vivo es Amílcar, quien actualmente está recluido en la clínica La Asunción, aquí en Barranquilla, por fuertes dolores en el pecho y en la espalda.
Amilkar estudió la primaria en la escuela pública, luego hizo hasta quinto año de bachillerato en el colegio Loperena de Valledupar. Ingeniero agrónomo de la Universidad de Palmira (Valle), con maestría en el Instituto Iberoamericano de Ciencias Agrícolas de la O.E.A. en Costa Rica, y con título de Master Scientiae en Física de Suelo. Además tiene «especialización en física y manejo de suelo en Estados Unidos e Israel». Su hermano Carlos, en cambio, estudió en la universidad de la vida porque fue de esos seres que vienen y van. Andariegos incansables.
El hecho de que su hermano Amílkar, fuera un profesional y Carlos no hubiese alcanzado dicha dignidad, le causó contrariedades ante personas que le indagaban por esa circunstancia. Carlos para poner punto final a tanto interrogante, quiso aclarar de una vez por todas a través de una composición, titulada: ‘Mi hermano y yo’ (titulo similar al de la célebre composición de Emilianito Zuleta Díaz).
Dicen que mi hermano y yo/ llevando la misma tinta,/somos dos personas distintas/, debe haber una razón./ Pués él es doctorado/ y yo soy un aventurero,/ soy trovador guitarrero/ él es un señor letrado./ Yo de mi vida sólo hago/ lo posible en la ocasión,/ en cambio él hace de don/ porque sabe y es pudiente,/ que somos cosa diferente/ dicen de mi hermano y yo.
Amilkar se sabe de memoria la composición de su hermano, de quien guarda hermosos recuerdos. «Era tan grande su talento que no necesitó estudiar en universidades, como me tocó hacerlo a mí. Él andaba desde muy niño con la guitarra en la mano componiendo canciones.
Eso era su pasión, a lo que dedicó todos sus esfuerzos y aprendió tan bien que hizo composiciones inmortales en nuestro folclor», reseña Amilkar Huertas, quien en muchas oportunidades le han preguntado: «Maestro, ¿usted es hermano de Carlos Huertas?» “Sí, señor, soy su hermanito de sangre y también soy nativo de La Guajira”. Según Amilkar Huertas, su difunto hermano el autor de ‘El Cantor de Fonseca’, se hizo libre gracias a los viajes con su padre.