
Murió a sus 81 años de un infarto.
Por: Francisco Figueroa Turcios
Dos narradores fueron importantes en la búsqueda de Andrés Salcedo de un modo de hacer las cosas en la radio: Marcos Pérez Caicedo y Mike Schmulson.
Marcos, fue sin duda el primer narrador que influyó en el amor de Andrés Salcedo por el mundo de la radio. “Marcos Pérez aportó a la narración la malicia y la picardía que le son propias al béisbol y una voz que no tenía la pastosa cadencia de los narradores internacionales (Buck Canel, Cuco Conde y Pepe Crocquer) sino que era recia y sonora, como si estuviera hecha de tubeyes y tribeyes conectados en el mismo playón en que aprendieron su arte los peloteros Cosme Pájaro y Andrés el ‘Fantasma’ Cavadía.
En mi época de interno en la Escuela Normal de Corozal, Marcos Pérez, fue mi único nexo con mi pasado y el único consuelo en el largo ostracismo que duró 3 años. Los domingos, mientras mis compañeros desparramaban por todos los confines del pueblo, animosos y relamidos, yo me iba a la casa de Lorencito Badel, que le apodaban ‘El Rojo’ a escuchar los partidos de Marcos Pérez en aquel gigantesco radio Punto azul. Cuando el aire era puro y el cielo alto, podía captar hasta su respiración y los embates del viento contra el micrófono.
Y hasta me parecía que el radio me traía los aromas de las fritangas del estadio Tomás Arrieta. Pero había domingos en que la atmósfera estaba cargada: Barranquilla y Marcos Pérez desaparecían bajo un cruel chisporroteo. Yo insistía girando desesperadamente los botones, hasta que la mano de Lorencito apagaba bruscamente el aparato: “-Deja la vaina, ¿ acaso quieres que nos mate un rayo?-, me decía aquel buen hombre que tanto se compadecía de mi nostalgia. Y esa noche no podía conciliar el sueño”, señala con pelos y señales Andrés Salcedo de la influencia de Marcos Pérez para convertirse en un hombre de radio.Corozal también fue testigo mudo del encuentro de Andrés Salcedo y Mike Schmulson a través de las ondas hertzianas.
“Un domingo llegué tarde a la casa de Lorencito Badel y éste ya tenía sintonizado otro partido. Pero no era “otro partido. ¿De dónde había sacado lorencito aquella emisora, aquel partido, con aquella voz estudiantil reclutada en alguna universidad gringa? Estuve a punto de cambiar inmediatamente de emisora. Afortunadamente no lo hice. A medida que mis oídos se iban acostumbrando lo que primero me pareció una entonación importada se me iba abriendo un inesperado mundo de nuevas imágenes.
El tal Mike Schmulson – que no era otro el que hablaba- comenzó por enseñarme que había, si se quiere, una forma más analítica de narrar un partido, colocando además el sujeto y el predicado donde debían estar interpolando comentarios sobre lo que estaba ocurriendo, por aquellos mismos días, en las grandes ligas, de cuyas estrellas hablaba como si estuviera hablando de condiscípulos. Y pronunciando impecablemente los nombres en inglés”, recuerda Andrés de su experiencia al escuchar a Mike Schmulson en la casa de Lorencito Badel, en el barrio San Miguel de Corozal. Andrés Salcedo nunca pudo llegar a ser narrador de béisbol como él lo soñó, pero si un gran narrador futbolero que marcó un hito en la radio mundial..
narrador de la bundesliga (futbol Aleman) voz oficial del Canal Telecaribe