Del poemario ‘El tiempo me deslíe como un caramelo’, de Diana Agamez.
Al hombre aquel que me convierte en Río
Bajo tus pies no está la tierra
No puede ser posible que un átomo terreno te construya
Tú
que vienes descendiendo de la eternidad
rodeado de las guerras del mundo
victorioso como un soldado
defendiendo el aire que respiro
y embistiendo mi tiempo con tus lluvias
Tú
te dedicas a llover sobre mí
haciéndome llover sobre ti
No puede ser posible
que un átomo terreno te construya
cuando desnudo te desplomas sobre mí
cuando desnudo e invisible me rodeas
en el instante en que también intento
no ser de este mundo.

Foto de Diana Agamez